En Grupo SICOR ya hemos incidido en el importante papel que están empezando a jugar las cámaras térmicas en la prevención y contención de la pandemia de Coronavirus (COVID-19) que afecta a todo el planeta y, en particular, al territorio nacional. Estas herramientas emplean tecnología infrarroja para captar las emisiones térmicas que desprenden todos los cuerpos y objetos, de forma que permiten calcular en tiempo real las temperaturas de las personas. Así, están capacitadas detectar episodios de febrícula y, por tanto, a personas que sean posibles portadoras de esta enfermedad de origen reciente.
Durante el mes de mayo, España ha iniciado el proceso de desescalada hacia una “nueva normalidad”. Se trata de un camino dividido en cuatro fases, en el cual se contempla la apertura paulatina de empresas, así como de centros sociales y de ocio. Una etapa de transición de varias semanas de duración que está obligando a particulares, empresas e instituciones a adaptar medidas novedosas para promover los protocolos necesarios de higiene, de distanciamiento social y de control que exigen las autoridades.
Por eso, la aplicación de la mencionada termografía a los sistemas de videovigilancia está experimentando un enorme auge. Y dado que en Grupo SICOR consideramos que la industria necesita restaurar la confianza en sus trabajadores y clientes, queremos colaborar activamente para conseguir que los negocios se conviertan en entornos seguros libres de Coronavirus. De ahí que aquí vayamos a hacer un breve repaso sobre las opciones disponibles en lo que respecta al control de la temperatura corporal de las personas.
Dentro de la variedad de cámaras térmicas encontramos:
- Cámara térmica de mano (DS-2TP21B-6AVF/W): Es la opción más cómoda por ser portable. Así, tiene una autonomía de hasta 5 horas de operación continua; y cuenta con una resolución térmica de 160×120; así como una resolución óptica de 8 MP. Su rango de medición está entre los 30 °C y los 45 °C, con un margen de error de ± 0.5 °C. Y además, dispone de una cómoda pantalla táctil LCD, de 3,5 pulgadas y resolución de 640 x 480, más que suficiente para visualizar toda la información; así como de funciones DDE, 3D-DNR y AGC adaptativo.
- Cámara térmica tipo bala (DS-2TD2637B-10/P – DS-2TD2636B-15/P): Módulo térmico instalable con una resolución de 384 x 288. Su sensibilidad térmica (NETD) es inferior a 40 mk (@ 25 °C, F # = 1.0); y al igual que el modelo de mano, dispone de AGC adaptativo, DDE y 3D-DNR. Cuenta con alarma de fiebre confiable con una precisión en la medición de ± 0.5 °C; así como un módulo óptico de alta calidad de una resolución de 4 MP. A lo que hay que sumar la posibilidad de fusionar la imagen de dos espectros, ofreciendo una vista previa de imagen en imagen.
- Cámara Turret Térmica Bioespectral (DS-2TD1217-3/PA – DS-2TD1217-6/PA): Sistema de pequeño tamaño que dispone de un módulo térmico equivalente al modelo de mano, con una resolución de 160 x 120. Su NETD está por debajo de 40 mk (@ 25°C, F # = 1.1) y también presenta tecnologías AGC adaptativa, DDE y 3D-DNR. Es un buen apoyo para la detección de fiebre y soporta alarma de audio, ofreciendo un margen de error de ± 0.5 °C en sus mediciones de temperatura.
- Blackbody Kalibrierer (DS-2TE127-G4A): Cámara de diseño rectangular que destaca por mantener la temperatura constante como punto de calibración. Permite una configuración libre entre 5 °C y 50 °C; y también ofrece la ventaja de no requerir de conexión de red, aunque sí de alimentación. Además, es útil para aumentar la precisión de medición de temperatura de la solución de detección de fiebre a ± 0.3 °C.
Pero además de cámaras, la oferta de termografía también incluye dos tipos diferentes de terminales. Estos ofrecen el añadido de poder gestionar el control de accesos gracias al reconocimiento facial, lo cual supone incorporar una interesante y útil medida de identificación.
Ambos coinciden en varios aspectos, ya que sus bases de datos admiten un máximo de 50.000 caras, y cuentan con sistemas que trabajan en un rango de temperaturas de 30ºC a 45ºC, con una precisión de ±0.5 °C. Además, necesitan de una distancia de autentificación de entre 0,3 y 2 metros; así como que la persona no porte en ese momento mascarilla. Y también coinciden en soportar hasta 6 estados de control de presencia.
En cuanto a sus diferencias, encontramos:
- Terminal de soporte a pared: Resulta de interés por su fácil instalación. Incluye una cómoda pantalla táctil LCD de 7 pulgadas y un módulo de tarjetas Mifare, el cual permite disponer de una tercera barrera de control. De hecho, como ya hemos señalado, su base de datos admite un máximo de 50.000 caras, a lo que se suma un máximo de 50.000 tarjetas de control y/o identificación.
- Terminal autónomo: Su instalación es de tipo Plug&Play. Dado su mayor tamaño, cuenta con una pantalla LCD de dimensiones más apreciables, de 10,1 pulgadas. Y no dispone de módulo de tarjetas, por lo que el control de acceso se limita al reconocimiento facial y a la detección de la temperatura corporal.