¿Se imagina un mundo sin cuerpos de seguridad? Imposible, ¿verdad? Para que la sociedad en la que vivimos pueda seguir con su actividad diaria es fundamental la aportación de todos aquellos profesionales que se encargan de velar por el cumplimiento de la ley y por el bienestar de los ciudadanos. Por ello, el Gobierno de España incluyó su labor entre la lista de profesiones esenciales que durante la Semana Santa debían seguir desempeñándose, incluso tras su decisión de endurecer sus normas de confinamiento para combatir el Coronavirus (COVID-19).
Esto ha hecho que tanto los cuerpos públicos de seguridad como los privados se encuentren estos días en la primera línea de ‘batalla’ contra la enfermedad, al igual que lo están los especialistas sanitarios que cuidan de las miles de personas afectadas. De hecho, todos ellos juntos forman un equipo invencible, aunque sus miembros no siempre son reconocidos por igual.
Y es que el merecido aplauso social suele destinarse únicamente al sector médico, lo que implica relegar a un segundo plano al resto de profesionales que son fundamentales para que servicios básicos como los hospitales y centros de salud funcionen correctamente. Por eso, es importante recordar que para que un médico salve una vida, necesita trabajar con la tranquilidad de saber que hay alguien que vela por su seguridad y por el cumplimiento del Estado de Derecho.
Los héroes reclaman visibilidad y reconocimiento
Se calcula que actualmente son cerca de 83.000 los vigilantes de seguridad que trabajan en todo el territorio español. Personas cuya labor es básica para que el país siga funcionando a pesar del ‘Estado de Alarma’, ya que precisamente velan por el orden social y por el correcto discurrir en los centros de salud, centros de transporte, supermercados, prisiones o centrales energéticas. Y además lo hacen, por las características de su trabajo, de cara al público, lo que les pone en una clara situación de riesgo.
En este caso puede que no salven vidas de una forma directa, como hacen los médicos o los enfermeros. Pero sin su labor el sistema no podría funcionar correctamente, ya que aportan la estabilidad necesaria para llevar calma y tranquilidad a una sociedad agitada y preocupada. De ahí que en Grupo SICOR queramos recordar su papel fundamental en esta batalla conjunta y solicitemos el reconocimiento de su labor por parte de las autoridades y de los ciudadanos.
En el fondo, lo que estos héroes invisibles reclaman es un poco de atención. En lo que respecta a las autoridades, para que dejen de considerar esta actividad como poco peligrosa y pasen a catalogarla como lo que es, de alto riesgo. Con ello, se facilitaría al sector el acceso a los materiales y equipos EPIs, así como a pruebas diagnósticas, lo que a su vez evitaría que diariamente miles de profesionales se expongan a la enfermedad. Y también en lo correspondiente a la ciudadanía, para que esta se dé cuenta de lo importante que es la labor de los vigilantes de seguridad en esta lucha diaria.
Por nuestra parte, el reconocimiento es total y absoluto para los miles de compañeros que diariamente salen a la calle para desempeñar sus tareas de vigilancia. Nuestro aplauso para todos esos profesionales valientes que están al pie del cañón, con medios y sin ellos, que no desfallecen y que demuestran que anteponen el bien común al suyo propio. Ellos también se merecen escucharlo y sentirlo, porque con su trabajo demuestran no tener miedo a nada y no dudan en ser una pieza fundamental del engranaje social con el que poco a poco estamos logrando derrotar al Coronavirus.